viernes, 27 de abril de 2012

Momentos (parte 1)

Hoy ha ocurrido uno de esos momentos que me hacen saber que voy a recordar esto toda la vida.

Ahora hacer sitio, que entra mi ego.

A las 8 (de la noche), hablando de mis vacaciones de verano (en las que iré unos días a mi tierra) con mis padres postizos alemanes, cuando un bicho de cinco años, muerto de sueño, se te echa a los brazos, te llena de besos y te dice: "yo no quiero que te vayas hasta de aquí 35 mil mil mil 24 mil cien mil años y yo ya sea una abuelita y cuides de mi siempre".

Y ahí se te sube un ego que no lo puedes contener. Y se te parte el alma de saber que en 8 meses, te irás. Y le explicas que en un tiempo (de aquí muuuuuuuuchos días, pero muchos muchos), tu te irás a Barcelona, pero que la vendrás a visitar muuuuuuuuchas veces, y que cuando ella sea más mayor, también podrá venir a verte a Barcelona.

Y ella te dice un triste "Pero me seguirás queriendo mucho aunque estés en Barcelona? Porque yo si, y como ya sabré escribir, te mandaré cartas y chocolate".

Y la llenas de besos porque, a pesar de llevar aquí poco mas de 3 meses, les has cogido cariño.

Que tendrán estos bichitos de poco mas de un metro que nos dejan así de tontas...

PD: y como una es como es, terminas este momento idílico diciéndole a la madre "Tendré que empezar a ser un ogro con las niñas para no crearles un trauma infantil". Y la madre se mea y te dice que a Dios gracias que te eligieron a ti y no a "la otra" candidata.



miércoles, 25 de abril de 2012

100 dias

Ahora mismo, hace exactamente 100 días, llegue al aeropuerto de Colonia-Bonn, cagada de miedo de lo que me iba a encontrar aquí. Y ahora estoy la mar de feliz, disfrutando la experiencia, mucho más de lo que podía llegar a imaginar ese día (que parece que fue ayer) en que yo y mis maletas a punto de reventar nos encaminamos destino al aeropuerto Barcelona-El Prat.

Que balance hago de estos 100 días? 
Pues veréis, podríamos resumirlo en un simple: "de maravilla".
Aquí soy feliz con mis tres niñas (que son fantásticas), con mis gastvaters (que también son fantásticos, sera que esto se hereda), y con mi vida en general.

He cambiado en estos 100 días? 
Mucho. Muchiiiiiiisimo. Antes me sorprendía con casi todo lo que aquí hacían (y que aun lo hago, todo hay que decirlo, que estos alemanes tienen unos puntos a veces...), ahora... Bueno, si hace falta, acepto pulpo como animal de compañía, estoy curada de espanto.
He desarrollado una sordera selectiva digna de abuela con sonotone; si no me interesa de lo que hablan, al hablar en alemán, simplemente me pongo en modo "alemán como música de fondo".
También hay que nombrar mi no-vergüenza extrema. Si antes, lo mio ya era muy bestia en cuando a eso, ahora ya roza el pasotismo. Soy capaz de ir con las niñas cantando a grito pelado "Eeeeen una cabañaaaa allá en bosque neeeeegroooo, viviaaa un cowboy que se llamaba Peeedrooooooo... Teeeeeenia un caballo, dormía en un establoooo...", a pesar de la cara de boquerón que se les queda algunos alemanes al vernos pasar.
Y todo eso entre muchas otras cosas.

Que echo de menos?
Pocas cosas. A decir verdad, echar de menos propiamente dicho, solo una cosa: a mi perrita. Lo demás puedo superarlo... Pero para que negarlo, echo de menos los macarrones de mi madre, el jamón como Dios manda, el SOL (por dios, cualquier día me encuentran pintando un sol en el techo de mi cuarto como el tiempo siga así...), el mar, no tener que ponerme leotardos bajo el pantalón por la mañana, la tele (que aquí no tenemos...), los churros del domingo por la mañana...

Que NO echo de menos?
La tontería de mucha gente de España con los perros. En mi ciudad, cualquier día tendrás que llevar el perro a cuestas porque no esta permitido ni que pise el suelo. Aquí voy tan feliz a comprar a una librería con el perro, y se agradece. Tampoco echo de menos el precio de las cosas.  Aquí muchiiisimas cosas son mucho mas baratas; los libros aquí te los regalan como quien dice, los sitios tipo Mcdonalds también...
Y sobretodo, lo que menos echo de menos, es, por encima de todo, las obras con taladradora los domingos por la mañana. Aquí los domingos la ciudad muere y hay silencio.

Y ese es el resumen de mis primeros 100 días. Se dice rápido, 100 días. Me quedan solo unos 240 días aquí. Y cualquiera diría que fue ayer cuando llegue a esta casa... He de reconocer que se me ha pasado el tiempo volando, eso sera buena señal.

martes, 24 de abril de 2012

De rosas y libros

Hoy toca una entrada un poco nostálgica.

Yo soy de Barcelona, y hoy, 23 de abril, es Sant Jordi.
Por si acaso alguien no sabe que es, lo cuento un poco así resumidamente: es el día de los enamorados catalán, los chicos regalan (en la teoría) una rosa a las chicas, y las chicas un libro a los chicos. A la práctica todo el mundo regala rosas y todo el mundo regala libros. No recuerdo un solo Sant Jordi sin que me hayan regalado un libro. Y aunque es el día de los enamorados... También se regalan rosas y libros a hermanos, padres, madres, amigos, primos, abuelas, abuelos... Es una fiesta para todo el mundo, y eso es lo más bonito.

Parecerá una tontería, pero despertarme por la mañana sabiendo que no vería todas las calles llenas de rosas, ni podría pasearme por la Rambla, ni ver las colas de gente esperando que le dediquen un libro, ni que llegaran mi padre y mi hermano con sus respectivas rosas anuales que jamas olvidan, ni sentarme con mis amigos al lado de la playa (con lo lejos que tengo ahora la playa...) a ver a la gente pasar con rosas de los mas variopintos colores... He tenido una mañana mustia, para resumiros.

Pero (siempre hay un pero) supongo que el no esperarme nada me ha echo estar más feliz al llegar un señor mensajero, paquete en mano, a mi nombre.

Una preciosa rosa de cerámica, de parte de mi hermano y mi padre (que muy a mi pesar ha llegado partida, pero bueno, el intento ahí estaba), con una cajita con pétalos de rosa secos (de esos decorativos) de parte de mi mejor amigo, y una carta.
Deberíais ver que estampa. Llorando a moco tendido estaba yo en medio del pasillo. Ahora he encendido el ordenador y tenia el correo saturado de amigos y amigas deseándome buen Sant Jordi, a pesar de la lejanía. En fin, supongo que aquí las cosas se sienten más, por eso de estar lejos de los tuyos.

Y para terminar, un consejo, pero esta vez no para futuras au pairs, sino para la gente que se queda cuando ésta se va a la aventura: detalles tontos como estos, para nosotras son maravillosos. No sabéis lo que se aprecia cosas como estas cunado estas lejos. Ni que sea un paquete de pipas (literalmente, lo que daría yo ahora por un paquete de pipas con sal marca Hacendado...).

Espero que todos los catalanes hayáis disfrutado de un precioso día de Sant Jordi, y al resto del mundo, feliz día del libro.



miércoles, 18 de abril de 2012

Andando, que es gerundio.

Llevo tiempo con el blog medio abandonado, que solo escribo cuando me inspiro. Y no os cuento nada de nada de que voy haciendo aquí, así que ahí va un resumen de las excursiones que echo en estos meses:

HEIDELBERG ( 3 de marzo)

Un dia en el tren, y unas 5 horas en Heidelberg. Si total, puestos a hacer locuras, oiga usté, lo hacemos bien. Primero fueron los hooligans alemanes, invadiendo el tren. Estábamos yo y Ana esperando en el andén, que venia 20 minutos tarde el dichoso trenecito, y cuando llega... en fin, la cara que se nos quedo fue un cuadro. Estaba lleno (pero lleno de no caber un alfiler) de locos con cerveza (si no ya borrachos), de un equipo de futbol que no conseguimos identificar, chillando canticos en idioma borrachil, y esas cosas que suelen hacer los hooligans. En fin, a pesar de eso nos dispusimos a entrar. Y no nos dejaron. Unos amables GEOS alemanes, con sus porras y sus indumentarias correspondientes, nos invitaron amablemente a irnos a otro vagón, que al final resultó ser dos vagones más atrás, el único que no tenia borrachos dentro.
La otra compañera nuestra de viaje no tubo esa suerte de que la echaran los GEOS, ella tubo que cruzar el tren de locos hasta encontrarse con nosotras, con llamada desesperada al estilo "Estáis aquí? Porque yo solo veo gente con cerveza...".

Pero la tranquilidad no duró mucho. En el primer transbordo, los locos se cambiaron al mismo tren que nosotros. Y ya no había ni GEOS ni nada.
Fue bonito ver como unos abueletes se ponían a cantar con ellos y a hacerse fotos, o como salían a mear en las paradas del tren... llegamos a contar 16 en fila meando, y los que no alcanzamos a contar, porque llegaban hasta donde nos llegaba la vista.
Ya se sabe que el alcohol y el mear poco no casan.

Después los abandonamos y cogimos otros dos trenes más, hasta llegar a Heidelberg.

Heidelberg muy bonito... pero si tenéis que ir, hacerlo en verano. Por la niebla. Menudo dia asqueroso que hacia: niebla, lluvia, frio... en fin, precioso.
Patio interior del Schloss.
Lo primero que hicimos fue ir al centro de información turística, donde nos indicaron donde coger el bus que nos llevaba al castillo. Tan aceleradas íbamos que lo cogimos en dirección opuesta y por poco nos bajamos cerca de donde Dios perdió el mechero. En un momento de absoluta incertidubre, nos dio por preguntar al busero, y lógicamente nos bajamos a la siguiente parada para cambiar de dirección.
Una vez llegamos (por fin!), nos fuimos al Schloos, donde teóricamente se sube en funicular, pero ese dia toco subirse TODA LA CUESTA, nombrada la cuesta de la muerte, (a quien la haya subido, os compadezco, haremos un grupo de apoyo social para superarlo juntos) a pie, porque el funicular no funcionaba por la niebla. Suerte la nuestra eh? Un poco más de suerte y al llegar, lo encontramos cerrado.
Por suerte no fue así y pudimos ver las maravillas del castillo, asi como el Museo Alemán de la Farmacia, que yo no quiero insinuar nada, pero había cantidad de botes antiguos etiquetados con la palabra "semen de (añadir aquí algo)", pero no quiero insinuar nada eh? Nada de nada.
También hay un barril gigante, que supongo que lo hacen para que tontas como nosotras piquemos en la trampa, porque primero hay uno grande (pero grande grande, que es para verlo de verdad, de 4 metros de altura y otros tantos de ancho), donde nos hicimos fotos, pero al girar la esquina... ves ESO. Y eso mide 7 metros de ancho y 8'5 de largo. Yo tampoco ahora quiero insinuar nada, pero menudas cogorzas deberían coger esa gente...

Después de eso fuimos al centro, visitamos una catedral donde tampoco pudimos entrar porque daban misa, después vimos la antigua Cárcel de estudiantes de Heidelberg (recomiendo que vayáis, menudas fiestas se montaban ahi los compañeros).
Entrada al museo del embalaje

Y finalmente, y como no podíamos dejarlo pasar después de estar todo el dia diciendo "tenemos que ir eh? tenemos que ir ahí", fuimos al Museo del Embalaje. Si, como lo leeis, no podíamos ir a Heidelberg y no hacer una visita a ese super interesante museo. El caso es que ese museo sufrió una evolucion en su nombre a lo largo del día, terminando el dia llamándose, malamente nombrado por nosotras, "la fabrica de cajas".  Es lo que tiene no comer hasta las 5 de la tarde, que unas ya deliran.

Y después para casa que es tarde.





KÖLNER ZOO - BRUHL (25 de marzo) 

Ese día fuimos al Zoo de Colonia. Lo primero, ver el espectáculo de las focas. Despúes animales animales animales y animales. Poco mas que contar, es un zoo. Aqui unas fotos para que no os desilusionéis:




Despúes de eso, y como nos venia de camino, fuimos al Schloss y a los jardines de este, en Bruhl. El castillo muy bonito. Nos compramos una entrada que incluía una visita guiada por el castillo. En alemán, claro está. 
Y ahi estábamos nosotras, que entendimos solo dos cosas: "Las paredes son azules" (no me digaaaaas!!, no me lo dices, y no lo veo!!), y "el techo se pinto en 13 días". Alucinante. 
Unos señores nos tomaron por filólogas. No les desmentimos nada, para una vez que nos toman por algo decente, no vamos a decir que no, aunque no entendiéramos un carajo de lo que nos contaban.
Y ahí tenia yo a Silvia, contándome "Esta es mi habitación de invitados, esta mi sala de estar...". 
Pero hay que decir que el castillo era muy bonito, que era impresionante de ver algunas salas, como estaba todo decorado, las pinturas, los muebles, el guía que nos hizo la visita... ejem ejem, sigamos que me pierdo del tema. Muy bonito el castillo.
En resumen, cada loca con su tema.
Después comimos (a las 6... Dios bendito, que hambre, todo el día sin comer...) una Currywurst con patatas en un mercado (creo que) artesano que había, y para casa, no sin antes, para ir a la estación, pasáramos por un parque donde las dos locas que venían conmigo decidieron (por millonésima vez) hacerse una foto con una estatua de un gato. Tiempo después y viendo más estatuas, nos dimos cuenta que de parque nada... era un cementerio. 
Lo que no pase en Alemania...


Y así siguen mis aventuras por estas tierras. Me falta por contaros la visita a Düsseldorf, la visita a Köln y el cumpleaños de Silvia, pero otro día, que hoy ya es tarde y mañana toca madrugar!

sábado, 14 de abril de 2012

El Click

Juro que no pensaba que llegaría este momento, pero llega. Y llega cuando menos te lo esperas.
Llega un momento en la vida au pair en tierras teutonas, donde te das cuenta que en tu cabeza ha saltado "El Click" (así, en mayúsculas). ¿Y que es eso? Cuando una se da cuenta que esta adaptada (aupairilmente hablando) a su país de acogida.

Y hay un antes y un después de "El Click".

Cuando pasa eso? Depende. Yo me he dado cuenta a raíz de levantarme por la mañana (madrugada según se mire, a las 6:30 am), bajar a desayunar y tomarme una tostada de pan integral con mantequilla y salami, aliñada con un Colacao caliente sin que me de una indigestión. Así de simple.

También están otras pequeñas cosas como:

- He dejado de ver solo patatas en el plato. Ahora ya ni me acuerdo de cuantos días (seguidos, se entiende) hace que las como.

- Se distinguir entre un Dreikornbrot y un Mehrkornbrot (a los no metidos en el tema: pan de tres cereales y pan de más de tres cereales respectivamente) solo con echarles un vistazo rápido.
- Relacionado con el anterior, la señora panadera ya me saluda amablemente al entrar en su tienda, como la señora del Rewe.

- Eres capaz de controlar a tus niños en el parque a control remoto (vaya, a grito pelao) sin que te miren mal las otras madres, que ya te conocen como la "simpática española", esa que siempre asiente y sonríe le digas "hola buenos días" o "eres tonta nena".

- Hablas con tus compañeras de este viaje que es vivir fuera de tu país, en un idioma que solo alguien que ha emigrado adopta: el chimichurri. Ejemplo práctico: "Quedamos en la Hauptbahnhoft a las 10, en el gleis 2, que después ya cogeremos el Ubahn y ojala lleguemos antes de que nos cierren el Schloss, vale? Tchüss!".

- Ya no te llama la atención encontrarte a una señora de lo más pija con sus perlas y sus pulseras de oro acompañada de un gran Pastor Alemán babeante... En medio de un H&M, del que seria el Corte Inglés alemán, de una librería o de una joyería.

Y todo eso entre otras cosas dignas de explicar y ser señaladas, pero por lo pronto... hasta aquí puedo leer.