Cuando leáis esto os pensareis que soy tonta, porque ahora de lejos, una intuye. Pero en el momento, 5 horas enteras de paseo por el monte con las niñas, dos de ellas de 2 y 6 años, intentando cocinar algo decente y con un resfriado del copón, no se te pasa eso por la cabeza. Y que queréis que os diga, con 11 años, en mis tierras una era un poquito precoz. Y entre que yo estaba obtusa y el castellano de las niñas tiene sus limites...
Y voy a contároslo ya, que aun ni sabéis de que os estoy hablando.
Os transcribo el dialogo literalmente, para que no haya confusiones:
NIÑA DE 6 AÑOS: La (niña mayor) dice que si puedes ir arriba.
YO: que baje ella que ahora no puedo.
NIÑA DE 6 AÑOS: Esta en el baño y no quiere.
YO: si voy se me queman las salchichas, no puedo.
NIÑA DE 6 AÑOS: pero dice que es urgente.
YO: (a grito pelado) QUE PASAAAAAAAA????
ELLA: (momento de silencio)... Puedes venir un momento? (momento de silencio).... Por favor?.
YO: no puedo ahora.
ELLA: (momento de silencio)... es muy urgente.
YO: (bastante estañada y cabreada, paro el fuego de las salchichas y me encamino para el baño de arriba, acordándome de la madre de la criatura, y entro al baño). Que pasa?
ELLA: tengo un problema.
YO: yo también, son las 2 y aun no hay la comida echa, ¿que pasa?
ELLA: es la sangre.
YO: Que sangre?
ELLA: la de ahí.
YO: donde hay sangre?
ELLA: ya sabes, ahí.
YO: ahí donde?
ELLA: (señala el baño) Ahí.
Y en un momento se te enciende la bombilla y tu mente te lleva a tus 13 años, y te retumba en la cabeza ese anuncio tan guai de la epoca...
Una que empieza a atar cabos, niña con 11 años, con sangre, ahí, baño, urgencia... la cara pasa de color blanco a verde, de verde a morado, de morado a blanco y dices la genialidad de...
YO: pero ahí... que sale de ahí?
Darme un aplauso. Lo merezco, lo se. Y tres collejas. También me las merezco, me las he ganado a pulso.
Después de semejante genialidad, una se centra, le entra la vena adulta y empieza a informarse a modo rápido para entrar en situación.
YO: pero es la primera vez?
ELLA: si...
YO: y te ha pasado ahora o en el colegio?
ELLA: ahora...
YO: bueno pues no pasa nada mujer, es normal.
ELLA: lo se pero hay mucha sangre, no me gusta la sangre.
YO: (pensando: pues estamos listas...). No pasa nada, que la sangre es muy escandalosa pero no es tanta.
ELLA: creo que mama dejo en el armario de la esquina algo por si pasaba esto.
Voy al armario de la esquina, busco y busco y encuentro un paquete de compresas.
ELLA: y esto como se pone?
Hago una explicación técnica del asunto, en plan "déjame a mi que soy ingeniero"...
ELLA: y cuando me lo quito?
YO: tienes que cambiártelo varias veces al día.
ELLA: menudo rollo...
Y lo que te queda. Eso es lo que pensé pero puse una sonrisa en la cara, no le vas a contar ahora las maravillas (notese la ironía de ser mujer, y como acabas queriéndolas taaaaaaaaaaanto cuando van pasando los años.
Y en ese momento oigo un grito abajo seguido de un golpe, le pones una sonrisa y le dices un: "si necesitas algo más me llamas", y vas a pacificar a las otras dos niñas.
Se que son cosas que pasan, pero no se porque me tienen que pasar a mi.