martes, 24 de diciembre de 2013

Como sobrevivir a los tópicos reincidentes

Cuando veo turistas por Barcelona luciendo sombreros a lo mexicano, mientras comen una mezcla extraña de cosas con arroz color amarillo pollo (también llamado "paella") remojada en sangría en La Rambla, pienso en todos esos mitos que la gente tiene inculcados en su mismísimo ser sobre los otros países y te entran ganas de llorar.

Cuando te vas a otro país y son los tuyos los que te acosan a bromas sobre los mitos y tópicos de la zona en cuestión, solo quieres llorar. Para evitar depresiones extremas, lloros y crisis de ansiedad de los que éstas navidades vuelven a casa, os dejo una pequeña guía de supervivencia sobre los temas que bajo ningún concepto (ni harto de vino, cava o cubatas) has de sacar a la luz.

DEL IDIOMA

"Hola cara-Kartoffel! ¿Como estas?"

Que ganas te vienen de contestar: "Hola cara-puerro revenido, ¿como te va?". Creo que en el próximo capitulo de mil maneras de morir saldrá: "Manera de morir numero 360: introducir en tu vocabulario la palabra Kartoffel cuando hablas con un amigo que esta/ha estado en Alemania". En serio, no uséis palabras alemanas sin sentido, todos usáis las mismas y su gracia dura lo mismo que la frase de "Ahora ya puedes ir a la cárcel!" cuando cumples los 18 años. Además, lo más posible es que os llevéis una explicación innecesaria sobre pronunciación alemana que creerme cuando os digo que la queréis evitar.

DEL COMER

¿Ya te has hartado de comer patatas/repollo/hervidos?

Esto te lo dicen los mismos que creen que una Bretzel es un método de tortura, que una Currywurst es una enfermedad tropical y desconocen los Brötchen en su totalidad. Parece que no, pero si mi abuela alemana os preparara un buen caldo o ese plato innombrable de carne con salsa al horno, quizá dejabais de preguntarme si echo mucho de menos la tortilla de patatas (que esa es otra...)

¿Cuanto hace que no comes tortilla de patatas?

Señores, Alemania no son los juegos del hambre y por fortuna, en cualquier super de cualquier esquina puedes comprar huevos (y encima son Bio), patatas (que también son Bio, y tienes todo un estante con mil variedades de patatas de colores y tamaños inimaginables) y aceite italiano... de nombre, porque después miras la etiqueta y resulta ser español. Si no comes tortilla de patata en Alemania es porque a) no sabes ni freír un huevo o b) porque eres un vago profundo.

DEL CLIMA

¿Que os hace frío? Si vieras el de aquí...

Ojocuidao. En Valencia, en diciembre, hace más frío que en Frankfurt. Y quien dice Valencia dice cualquier ciudad en la que este el que te diga semejante gilipollez. ¿Que han cerrado el aeropuerto porque no se puede transitar con la nieve? De todos modos, seguro que no hace tanto frío como aquí, estamos helados. Presumir y quejaros del calor, pero a alguien que esta por el norte no le digas eso de "... aquí hoy hace un fresco...", porque te la estas jugando a que, directamente, te contesten a gruñidos después de desnucarse a causa del hielo ese mismo día.

Lleva DOS DÍAS que no deja de llover.

Gracias. GRACIAS. Y enfatiza ese dos. Dilo con ganas, si señor. Así quizá te tenga menos rencor cuando piense que llevo más de 3 semanas sin ver un rayo de sol, que la vitamina D me la tengo que buscar en el fluorescente de la cocina y que las voces de mi cabeza cada día me repiten más que pinte un sol bien grande y colorido en el techo de mi habitación. Repito: GRACIAS.

Ya alarga el día por aquí... // Se hace de noche tan pronto...

No. No no y no. En Barcelona, en verano se hace de noche por allá las 9; en invierno, a eso de las 6. Bien. En Alemania, en invierno tienes noche perpetua a las 4 de la tarde y en verano es de día hasta las 11 de la noche (aunque esto ultimo no se lo cree nadie, parece ser). Analizar esto, es difícil: que merendar de noche es deprimente, pero irse a dormir con una resplandeciente luz de día SIN PERSIANAS... Sinceramente, no se que es más odioso. Así que por favor, no mencionéis las horas de luz. Solo como consejo os lo digo.



Compañeros de viaje de au pairs y viajeros en general, si gracias a esto sobrevivís a las cenas, reuniones y comidas navideñas, acordaros de mi al brindar y desearme suerte.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Diferencias culturales y otros abismos III: La TV

Ayer, mientras me moría de envidia leyendo a esta chica, volví a pensar por milésima vez en el miedo de los alemanes a la TV.

En nuestras tierras, todo el mundo (si no la gran mayoría) tiene al menos una tele en casa, y los niños la miran en mayor o menor medida. Podéis imaginar mi sorpresa cuando mi madre de acogida me dijo que ellos no tenían tele, pero que veían películas de vez en cuando (traducción: de pascuas a ramos).
A mi me extrañó, pero pensé que esto seria una particularidad aislada de la familia. Cuando comenté un día con mis amigas au pairs que en mi casa la TV brillaba por su ausencia, me di cuenta de mi gran error.

Parece ser que en Alemania, al igual que las bolitas homeopaticas curan un cáncer, la TV provoca muerte súbita infantil, porque no hay una sola casa que tenga tele, y si la tiene, tener por seguro que los niños la tienen vetada y prohibida hasta que cumplan los 30.

No voy a engañaros, aluciné un poco. En mi casa no somos demasiado de ver la TV, no somos una familia de esas que tiene una tele en cada habitación: la de la sala y punto. Y aun así, yo he crecido con la TV y eso no me ha convertido en un zombie televisivo, como argumentaba mi HM.

Los alemanes en general, realmente creen que si dejan ver la tele a sus hijos, estos se van a enganchar como si de tabaco se tratara y eso los va a conducir a unos supuestos "monos" que les van a llevar a un muy mal comportamiento, y a eso le añadimos que en la TV se ven cosas horribles que les dan mala influencia a los niños. Juro que todo esto me lo dijo palabra por palabra mi HM. Y no, ella no tiene ideas extremas, este es el pensamiento generalizado.

Irónicamente y tras prohibirme que las niñas vieran la TV, después de varias charlas mías y de ponerlas en practica, cuando yo me fui de esa casa la madre tuvo que darme la razón.

Porque vamos a ver, la TV no mata.

Yo no se en el resto de España, pero en Catalunya, la gente de mi generación se ha criado viendo a Doraemon, al Dr. Slump, a Bola de Drac y al Tomàtic, y nadie, absolutamente nadie, tiene un trauma o es menos inteligente por ello, más bien al contrario, son la decoración de una infancia feliz.
Claro esta, que eso no implicaba pasarnos las 24 horas del día pegados a la pantalla sin hacer nada más en absoluto. Yo he mirado la tele, pero me he pasado mucho más tiempo pegada a los Playmobils, al Nenuco y a los Legos. Ahí esta la diferencia que los alemanes parecen no entender. La TV no ha de tratarse como un juguete más, hay que poner limites y hay que ayudar a los niños a aprender cuando y cuanto se mira. Lógicamente, no vas a poner a niños pequeños a ver Gandia Shore, o 16 and pregnant, pero esa es TU responsabilidad como adulto. Eres tu el que los ha de enseñar a ver la TV, al igual que se les ha de enseñar a jugar y a dar uso de las cosas que se tiene.

Los niños también necesitan un momento de descanso, para poder relajarse y dejar de pensar. No hay nada de malo en que los niños vean a Pingu mientras los peinas por la mañana. No hay nada de malo que los niños vean La casa de Mickey Mouse antes de la cena, cuando las energías están bajo cero y el aburrimiento sumado con el hambre les sale en forma de lloros y porculismo absoluto. No hay nada de malo en que los niños puedan ver Cars el día que están enfermos, mientras están arropados con una mantita y se toman un vaso de leche caliente en el sofá.

Que ese es otro tema: las películas. Si la tele mata, las películas no solo te matan sino que antes te dejan ciego y gilipollas. Que son demasiado largas. Que tienen argumentos demasiado duros para los niños. Vamos a ver, que me digas que los de los 90 nos hemos quedado tontos después de ver morir a la madre de Bambi, a la madre de Piecitos, al padre de Simba (y seguro que me dejo alguna que otra muerte), encerrar a la madre de Dumbo, mientras le hacían bulling al Jorobado de Notre Dame... Pero las películas de hoy en día están echas para que los niños ni sientan ni padezcan. ¿Argumento duro? Seguro que Cars tiene un argumento extremadamente duro. O Shrek. O Tiana y el sapo. Trauma asegurado en menos de dos horas. En fin.

Por otro lado, ellos mismos ven que tienen razón, porque cuando a sus hijos (que no tienen tele) se les pone una pantalla delante, no hay buen Dios que los despegue de ella. Y eso, señores, es un argumento para decirme que la tele los abduce, si señor. Nada tendrá que ver el echo de que al ser una novedad, los niños se queden pegados. Tampoco tiene nada que ver el echo de que al no verla nunca, cuando les dejas quieran hacerlo todo lo posible. No pueden entender que no es culpa de la tele, sino de precisamente, no verla nunca y que lo mismo pasa con cualquier juguete nuevo.

La experiencia me dice que este tipo de alemanes jamás han visto un programa infantil más allá de Heidi. Es por eso, chicas, que os dejo un par de links de un programa que se hace (y se hacía ya en mi época) en la TV de Catalunya y que por milagro de Dios lo han doblado al inglés y por algun lado de Youtube ronda en alemán. Esta fue la serie que le abrió los ojos a mi HM, ya que ver una mano dibujando durante 10 minutos mientras escuchas un cuento, no es algo muy distinto a sus amados audiolibros.

Os dejo los links de algunos de los programas en inglés:

http://www.super3.cat/unamadecontes/conte/El-golafre-calculador/angles/273
http://www.super3.cat/unamadecontes/conte/Little-Red-Riding-Hood/angles/1791
http://www.super3.cat/unamadecontes/conte/Cinderella/angles/1770
http://www.super3.cat/unamadecontes/conte/The-Three-Little-Pigs/angles/1750

Espero que con esto, podáis convencer a vuestros alemanes de que la TV, a la par que mata, también enseña.

Suerte, la vais a necesitar.

martes, 10 de diciembre de 2013

¿Que harías si...? Familias que hablan tu idioma

En Europa, hay una variedad de lenguas que puede asustar a cualquiera. Eso, si lo aplicamos a las más o menos efectivas escuelas de idiomas esparcidas por todo el continente, sumándolo a las nacionalidades que aquí hay mezcladas, las combinaciones de idiomas que se hablan en cada familia son bastante peculiares. 

Cuando eres au pair, muchas veces hay que investigar para saber si la familia en cuestión habla alguno de nuestros idiomas maternos, y este mismo es uno de los temas mas viejos de debate en el mundo de las au pairs: ¿buscamos una familia que hable nuestra lengua materna, o al contrario, huimos de ellas?

¿Iría con una familia que hable mi idioma?

Si.

¿Por qué?

Como bien sabéis, mi familia de acogida alemana hablaba castellano (en mayor o menor grado (nulo) según el miembro familiar con el que hablabas, pero para el caso, podías entenderte con ellos). Yo buscaba precisamente eso, una familia alemanoparlante que además, usara una de mis lenguas maternas como segundo idioma. ¿Porque? Porque yo no tenia ni la menor idea de alemán cuando aterricé en Bonn.

La mayoría de gente busca familias con las que practicar un idioma que ya conocen en mayor o menor medida, o al menos en el que puedan expresar sus necesidades más primarias. En ese caso, irte a casa de una alguien que hable tu idioma es solo una perdida de tiempo.

Mi situación era distinta: me fui de au pair para aprender un idioma desde cero. Esta es una opción que poca gente contempla, y por eso es muy limitada la información que hay al respecto. Lo que esta claro, es que no puedes irte a una familia que solo hable el idioma extranjero cuando tu no tienes ni la menor idea de este, teniendo en cuenta que vas a cuidar a sus hijos y eso es una gran responsabilidad. Necesitas un idioma común en el que ellos puedan dirigirse a ti y viceversa. ¿Vas a aprender menos? Yo no comparto eso. Hay que tener en cuenta que no vas a volver hablando a la perfección el idioma, pero eso es lo que se trata, porque no has ido a mejorar, has ido a aprender. Otro error común es el ir a aprender un idioma en una familia que también habla un idioma que tu no dominas del todo pero en el que te defiendes. Creerme, no es buena idea intentar aprender un idioma nuevo mientras que a al vez practicas con un tercero. En ese caso, si que aprendes menos, porque no te centras en nada.

Resumiendo: iría a una familia que hablara mi idioma cuando:

- La lengua vehicular de la familia sea ese idioma por el que tu estas ahí, y no tu lengua materna
- No tengas conocimientos del idioma que habla la familia (es decir, que vayas a aprender un idioma desde la más absoluta nada).
- Que de puertas a fuera de la casa, el idioma que se hable sea el mismo que habla la familia y donde tu puedas poner en práctica lo que vas aprendiendo en las situaciones de la vida diaria (eso de ir a casa de un italiano que habla castellano y que vive en Polonia para aprender italiano, es una estupidez).

Ventajas:

- Puedes aprender un nuevo idioma.
- La comunicación con los niños puede resultar más sencilla (en el caso de que también hablen tu lengua materna).
- Sufres menos estrés y te es más fácil pedir ayuda.
- La adaptación es más sencilla y te sientes menos desamparado.

Inconvenientes:

- Si vas a mejorar un idioma vas a practicar menos.
- Puedes tener más problemas de comunicación con la familia y más malentendidos.
- Puedes acomodarte y terminar hablando siempre en tu lengua materna con ellos, cosa que perjudica el propósito por el que has ido allí.


¿Queréis otra opinión sobre esto? Podéis pasaros por el blog de IrePoppins!

viernes, 6 de diciembre de 2013

Recetario de la buena au pair: Bizcocho de yogur


He llegado a las 100 entradas. Increíble. Increible que no me diera cuenta, claro. Y las 100 entradas han de celebrarse. ¿Como? Quizá explotando mis limitadas capacidades para con la repostería haciendo un bizcocho para gozo y disfrute de todas, seria una buena idea, me dije. Así que cogí la cámara y me lié la manta a la cabeza.

Este es un bizcocho muy sencillo que hacía habitualmente con mis niñas (la de 2 años también) ya fuera para cumpleaños, tardes de domingo o días de lluvia, y que todas, y cuando digo todas es todas (incluidas las que en vez de manos, tengan pies -así como yo-), podéis hacer sin temor a incendiar la cocina y que siempre, pase lo que pase, queda buenísimo. Eso si, tiene un factor peligroso: podéis hacerlo con niños. Incluso con más de uno a la vez, las que seáis valientes. 

El vídeo iba a tener audio de voz, pero no consigo editarlo y quería publicar esta entrada antes de 2014. Cuando tenga tiempo (bendita uni, déjame ser libre...) lo editaré, pero de momento así se queda; arañaremos tiempo con los instrumentales de las canciones Disney (a ver quien acierta que película es). También quiero dar las gracias a los hijos de mis vecinos por estropear decorar el bizcocho dejando cobertura de chocolate hasta en las paredes. Mil gracias, ya os pasaré la factura del baipás de mi madre.  

¿Ya estáis preparadas? Empecemos!

TIEMPO DE REALIZACIÓN

Sin niños: 1 hora y cuarto (contando la cocción)
Con niños: 3 horas (sin contar la cocción). Vamos, una tarde entera + lo que tarden en decorarlo después.

INGREDIENTES 
Para quien no entienda las cantidades, en el vídeo lo podéis ver mejor

1 yogur cremoso (un Griego de toda la vida)
3 medidas del yogur de harina
2 medidas del yogur de azúcar blanco (del que se echa en el café, no os compliquéis mucho)
1 sobre de levadura
3 huevos
3/4 de la medida del yogur en aceite
Ralladura de un limón
Cosas varias para decorar el exterior (cobertura de chocolate, de frutas, de colores, banderitas, lacasitos, drops...)

PREPARACIÓN

Atención que esto es especialmente difícil. Se echa todo en un recipiente (no importa el orden, aunque lo suyo es que primero echéis el yogur para tener el envase vacío y poder conseguir las cantidades de todo lo demás) y se mezcla hasta que la masa quede homogénea. 

45-55 minutos al horno a 170º. Se deja enfriar, se saca del molde y se decora con más o menos arte. Fin. ¿Complicado, eh? 


CONSEJOS

- Antes de decorarlo, se puede abrir por la mitad y poner crema, mermelada, incluso Nutella si me apuras (los hay que han llegado a echar leche condensada), en el interior. 
- Si tenéis niños pequeños, darles a ellos el limón y el rallador y estarán entretenidos hasta que tengáis que meter el bizcocho al horno. 
- La única manera de meter la pata con este bizcocho es no tamizar la harina y que queden grumos. Ese es el secreto del éxito. 
- Dejar que los niños disfruten y se pringuen: que mezclen la masa con las manos, que casquen los huevos por primera vez, que te pongan la cocina pringada de cobertura de chocolate... En otras palabras: que el bizcocho lo hagan ellos mientras tu vigilas, y no al revés. 
- Que la decoración también la hagan ellos. Por muy mal que quede, el chocolate es chocolate y sabe igual, no sufráis. 
- Si vivís en Alemania, no compréis los "bolígrafos decorativos para repostería" del Rewe: saben a vómito. De nada.