1. Con toda la ilusión del mundo,
empiezas a escribir las cartas de tu perfil.
2. Intentas encontrar al menos 5 fotos
en las que no parezcas un orco (ya habrá tiempo para que te vean en
esa precaria situación mañanera).
3. Terminas las cartas, completas el
resto del perfil, y te sientas a esperar la primera solicitud.
4. Te pasas el primer dia actualizando el
gmail cada 5 minutos. Esa deseada solicitud sigue sin
llegar.
5. Revisas tu perfil. Empiezas a
encontrar errores en todos lados y te invade la sensación de que más
que parecer la futura Mary Poppins, te asemejas a Cruela de Vil.
6. La primera solicitud aparece.
¿Histérica? ¿Yo? ¿YO?
7. Familia con 4 niños, dos de ellos
gemelos de 9 meses. Tu puedes con eso, SIN DUDA.
8. Respondes a su solicitud contestando
todas las preguntas que te hacen, sacando simpatía de donde sea,
analizando cada una de las frases que has escrito antes de mandarlo.
9. 24 horas después te rechazan sin
ninguna explicación.
10. Llega la solicitud de una segunda
familia: 2 niños, de 5 y 7 años. Sientes que la suerte ha llegado a
tu puerta.
11. Les contestas a la solicitud y
sorprendentemente, te responden.
12. En esa respuesta te informan de que
te llamarán. Nunca habías pensado que tendrías pánico a tu propio teléfono.
13. ¿Estas en el baño? ¿En la ducha?
¿Durmiendo? Recibes la llamada de la Hostfamily.
14. El nivel de inglés que demuestras
en esa primera llamada es: “Jelou jou ar yu?”.
15. Tres llamadas y varios emails después, cuando ya
te ves viviendo en su casa... “Finalmente, hemos decidido hacer “match”
con otra chica (...)”.
16. Crees que jamás podrás
recuperarte de semejante patada en el alma. Tu LOS QUERÍAS.
17. Decides no ilusionarte más por
ninguna familia, tus sentimientos y tu integridad mental son más
importantes.
18. Vives los siguientes rechazos como
quien ve pasar el tren. O eso parece.
19. Entre correos y llamadas respondes preguntas que jamás llegas a saber si realmente tienen
alguna respuesta correcta.
20. Sospechas que algunas de esas preguntas
están pensadas para demostrar que no estas como un cencerro.
21. Te das cuenta de que, al contrario
de lo que has leído en todos lados, el criterio de elección de un au
pair es aun terreno deconocido.
22. Innumerables familias después,
pasadas mil llamadas y cientos de emails, empiezas a pensar si
realmente hay una familia para ti en este mundo.
23. Una familia normalita, con tres
niñas de edades razonables y un perro contacta contigo.
24. Pasa el tiempo y empiezan a caerte bien, DEMASIADO bien. ¿Sientes eso? Es el “enamoramiento au pair”.