jueves, 5 de mayo de 2016

Querida yo dentro de 10 años

Querida yo;

Pasados ya los 30, se que recordarás todo esto con cariño. Quizá les hayas hablado de tus niñas alemanas a tus hijos, o quizá las conozcan y se rían contigo rememorando algunas de las maldades que hicieron y que ahora recuerdan por las cosas que sus padres les han contado de mi. Quizá incluso le has explicado algunas de mis aventuras a tu propia au pair. Quien sabe.

Se que todas las cosas que escribo aquí, ahora están cubiertas en una encuadernación cara de tapas duras, mientras acumulan polvo guardadas en alguno de los estantes más altos de la librería, o en alguna caja bajo la cama.

Pero te escribo para que sepas, que a pesar de que ahora solo sean recuerdos vagos de cuando eras joven y hacías locuras, valió la pena. Se que al estar tan ocupada con tu rutina, tu trabajo y tus problemas, a veces crees que olvidas todo lo que aprendiste esos años, a los que recuerdas muy a menudo.

Se que a veces te acuerdas de aquellas personas a las que conociste en ese tiempo. Te sientes mal por haber perdido el contacto con muchas de ellas, pero agradeces a aquellos que siguen a tu lado después de tanto tiempo.

Ahora voy a empezar otra locura. Otra de esas cosas que sabes que al contarlas, más de uno se echará las manos a la cabeza, pero que acabarán aceptando. Ya sabes a cual me refiero.
También espero que ahora, todo esto sean buenos recuerdos y que sonrías al acordarte del momento en que pensaste que era una buena idea.

Por esa razón, deseo que mi aventura en USA deje en ti una huella parecida a mi aventura en Alemania.

Con cariño;

Tu yo de 23 años.